Jorge Fernández Herrera
Doctor en Ingeniería Eléctrica con mención en Óptica (UNICAMP, Brasil) e Ingeniero de Telecomunicaciones de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI, Perú). Los temas de investigación en los que ha trabajado son: Propagación de señales de TV digital (ISDB-TB) e Ingeniería óptica. Sus intereses de investigación involucran temas sobre diseño fotónico, biosensores plasmónicos y micro y nanotecnología.
Empecé en el campo de la investigación científica en el último año de la universidad, cuando me disponía a realizar un proyecto que me permita participar en un Congreso de Ingeniería Electrónica y ramas afines de la IEEE, INTERCON 2009, a realizarse en la ciudad de Arequipa. La dinámica para el desarrollo del proyecto no fue la más atractiva, pues era básicamente encerrarse unas horas en una sala de estudio, que tenía una afluencia mínima de personas. Sin embargo, la experiencia de nuestro asesor, un joven profesional que venía del Brasil con un doctorado bajo el brazo, nos impulsó a continuar en la iniciativa. Aquella participación en Arequipa no fue tan buena, no conseguimos ni aparecer en la mención honrosa; sin embargo, la actividad de investigación, medianamente explicada y sistematizada con personas que la ejercen de forma profesional, consigue atraer a todas las mentes que disfrutan de un estudio sistemático y de poner “manos a la obra” en la obtención de resultados. Ese fue mi caso y un par de años después me encontraba en lo que yo diría mi primer contacto “en serio” con una comunidad científica, un Simposio en la ciudad de Brasilia, el año 2012.
Este Simposio me permitió entrar en contacto con una comunidad de investigadores que discutían temas que sólo leía en los libros, o temas que nunca había encontrado, pero que eran presentadas y discutidas con gran nivel de profundidad. Era como si secciones de libros o artículos que encontraba, a veces, demasiado específicos y hasta «imprácticos” se hubieran personificado y comenzado a hablar. Sentado en una banca, entendiendo mediocremente el portugués acalorado de las rondas de preguntas, algo en mí comenzó a cambiar. La abundante mediocridad en las aulas universitarias peruanas, tanto de autoridades, docentes y alumnos, no eran la regla ni el limitante para que el avance la ciencia afuera de nuestras cuatro paredes nacionales se detenga. Cada día, el tipo de gente que iba a estos eventos producía conocimiento, y el país se quedaba más y más atrás. El cuerpo enfermo de nuestro país no promovía o ni siquiera identificaba (las mismas autoridades universitarias, ni se diga ya del gobierno nacional) el ejercicio de la investigación como una actividad fundamental, no sólo para el prestigio académico, sino para el real desarrollo económico, social y productivo del país.
Tres momentos para tomar en cuenta:
Año 2004: Se produce una gran huelga de estudiantes universitarios, empezando con la toma de la UNI el día 2 de junio del 2004, enarbolando una lucha contra la reelección de autoridades cuestionadas. Pronto a la lucha se sumaron la Universidad Nacional de Altiplano (UNA-Puno) y la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), que traían a Lima problemáticas locales, pero con un trasfondo similar, constituyendo un año de crisis universitaria nacional. La lucha evolucionó de un rechazo a la corrupción a una lucha por la Reforma Universitaria con voto universal y mejora de la calidad de las universidades públicas. Esto diez años antes de la promulgación de la actual Ley Universitaria N° 30220. Violenta represión y decenas de heridos y detenidos se reportaron en las protestas de junio y julio.
También el año 2004: El 10 de noviembre se realiza un encuentro preparatorio para la reunión del BID y CEPAL con los ministros de economía de la región para discutir sobre la función que desempeñan temas como la ciencia, la tecnología y la ingeniería en los países de la OEA. El ministro peruano de ese entonces da la bienvenida mencionando que “(…) Debo confesar que no sé qué hago aquí. En realidad, he venido porque mi amigo, el organizador del evento, me ha pedido que participe en este encuentro de ministros de economía para ver de qué manera apoyamos a los ministros de ciencia y tecnología de nuestros países; pero quiero decirles que nuestro gobierno, con todas las simpatías por el tema, no considera prioritario el tema de ciencia y tecnología. (…) Para nosotros, la prioridad está en la pobreza extrema, en la salud, en el agua, en la educación.” El ministro era PPK. Esto refleja la visión que tenía y aún tiene la clase dominante, expresada literalmente por una de sus “mejores cartas”, el desarrollo científico es un lujo “demasiado caro” para la mentalidad de clase rentista y limitada, alejado completamente de un proyecto de país soberano.
Pandemia, abril del 2020. La prensa mundial acapara titulares inéditos en países que propugnan el “libre mercado”:
Business Insider: “Francia y Alemania acusan a USA de confiscar máscaras para protegerse del coronavirus y tildan su actuación de “piratería moderna””.
“La escasez de equipos de seguridad para luchar contra el coronavirus está aumentando las tensiones entre diferentes países. Francia y Alemania han acusado a algunos estadounidenses no identificados de utilizar métodos injustos para conseguir máscaras protectoras. El ministerio del Interior de Berlín culpó a Estados Unidos de confiscar 200.000 máscaras ordenadas a un productor americano cuando estaban en tránsito por Bangkok. La embajada de Estados Unidos de París apuntó que cualquier sugerencia de que el gobierno estaba involucrado en tales prácticas era «completamente falsa»”.
El País: “La guerra de las mascarillas enfrenta a Europa y EE UU”. “Francia denuncia intentos de Estados Unidos de llevarse sus pedidos de China, pero París también ha provocado cortes de suministro a otros países, como España”. El artículo pone a tallar las medidas en relación a la soberanía tecnológica de los países europeos en pugna. ¿Y aplica este debate al Perú? ¿O sólo funciona para las economías europeas?
Estado actual de las CyT en el Perú
La institución rectora del desarrollo científico y tecnológico del Perú (colectivo de actores denominado Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología SINACYT) es el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONCYTEC). Se creó en 2005 como secretaría de la PCM. Desde entonces se orientaba básicamente a dar subvenciones a proyectos e iniciativas con un presupuesto limitado que no sobrepasaba los 10 millones de soles anuales. En el año 2012 pasa de tener un presupuesto anual de 12 millones a 200 millones de soles, dirigido por la Dra. Gisella Orjeda, bajo el gobierno de Ollanta Humala (PNP). Desde entonces comenzó a consolidarse una plataforma organizada con Programas académicos y científicos de diversa índole, donde se ofrecen financiamientos para becas y proyectos de investigación con “entregables” como tesis, artículos en revistas científicas o patentes. En el año 2015 se comenzaron a lanzar programas para repatriación de científicos peruanos, mediante el ofrecimiento de sueldos para Postdocs jóvenes que puedan de estar forma ser incorporados a Universidades o institutos de investigación nacionales. Sin embargo, esta política no ha tenido éxito pues a pesar de la buena voluntad de muchos compatriotas científicos que regresan a servir al país, éste no cuenta con un ecosistema de CyT preparado para recibir y bien emplear personal altamente académico.
Para ser científico en el Perú se debe pagar una fortuna, trabajar de lunes a viernes para conseguir el dinero y estudiar viernes en la noche y sábado y domingo. Y como cereza del pastel, cuando se obtiene el grado académico, estar preparado a afrontar el desempleo pues el mercado que demanda científicos o investigadores es mínimo, limitándose principalmente al de la docencia superior. Así estamos en el Perú.
Esto se debe principalmente a que no existe un sistema de Postgrado estructurado a nivel nacional. A contracorriente de los países con sólidos sistemas de CyT donde la actividad de la investigación se realiza a tiempo completo, en el Perú los programas de maestría y doctorado son, en su inmensa mayoría, dictados en horarios nocturnos o de fin de semana. Además, estos programas no son gratuitos, por el contrario, cualquier programa de postgrado cuesta más de 30 mil soles. Es decir, para ser científico en el Perú se debe pagar una fortuna, trabajar de lunes a viernes para conseguir el dinero y estudiar viernes en la noche y sábado y domingo. Y como cereza del pastel, cuando se obtiene el grado académico, estar preparado a afrontar el desempleo pues el mercado que demanda científicos o investigadores es mínimo, limitándose principalmente al de la docencia superior. Así estamos en el Perú. Sin un sistema de postgrado gratuito, de calidad internacional, articulado a todas las instituciones de investigación nacionales y con becas de subvención para los futuros científicos del país, no existe ni existirá un cuerpo real de científicos e investigadores que orienten o construyan cualquier atisbo de soberanía tecnológica. Y esta verdad la saben desde China comunista, hasta Estados Unidos capitalista, pasando por Brasil latinoamericano y los Estados de bienestar nórdicos.
Figura 1. A la izquierda, el mapa de la producción científica de América Latina por países. Brasil concentra la mayor producción científica de la región, seguida, aunque de lejos, por México. Más abajo la producción de Argentina, Chile y Colombia. A la derecha una tabla del porcentaje del PBI de cada país orientado a la actividad de investigación científica y desarrollo tecnológico. El único país que supera el 1% es Brasil, en cuanto el promedio latinoamericano es alrededor de 0.7%. Perú, desde que se tiene registro, nunca llegó a una cifra de inversión de 0.2%. Ni hablar de las potencias económicas, tecnológicas y militares que colocan más de 2% del PBI en esta actividad (en la tabla las cifras de USA, China y Francia).
¿Qué debemos implementar en el País?
Desde espacios de discusión política y técnica, se empiezan a elaborar propuestas de cambios, como es el caso de Inka Tren (movimiento tawantinsuyano por una educación científica) y el Movimiento por la Soberanía Tecnológica “Pedro Paulet”. Espacios que conozco de primera mano y donde se ha conseguido elaborar algunas propuestas urgentes y necesarias a implementar en el país. Copio a continuación algunas propuestas al respecto.
Medidas sobre el desarrollo Científico-Tecnológico
- POSTGRADO GRATUITO y con financiamiento para la INVESTIGACIÓN en UNIVERSIDADES PUBLICAS en todo el Perú.
- Colocar 2% del PBI orientado a INVESTIGACIÓN y DESARROLLO: vincularlo con proyectos bandera a los principales ejes económicos del país: agropecuaria (robótica, TICs, biología, química, agricultura de precisión), turismo (computación, TICS, radares), minería, pesca, biodiversidad, materiales y energía, etc.
- Fomento de POLOS TECNOLÓGICOS que permitan consolidar actividades económicas estratégicas para el Perú y usando su extraordinario potencial: AGRO, PESCA, BIODIVERSIDAD, TURISMO, COMPUTACIÓN, MATERIALES Y ENERGÍA.
- Una POLÍTICA DE ESTADO clara y con visión estratégica para el desarrollo de las actividades de investigación, desarrollo e innovación: Los Institutos de investigación vinculados a todos los ministerios, de esta forma se produzcan estudios académicos, tesis y un cuerpo intelectual que alimente las políticas de Estado con un criterio científico.
- POLÍTICA UNIVERSITARIA: Reforma Universitaria, para que las universidades dejen de ser propiedad de “feudos docentes” y se priorice la actividad de producción de conocimiento científico, desarrollos e innovación tecnológica, así como estudio y sistematización del conocimiento ancestral. Una carrera docente competitiva internacionalmente y ágil basada en la meritocracia y eficiencia.
- INSTITUTOS DE INVESTIGACIÓN: Fortalecimiento y creación de institutos de investigación clave que atiendan nuestro interés estratégico: Ciencias Básicas (física, matemática -IMCA-, computación, química y biología), Microelectrónica, Computación y Biodiversidad.
- Sistema de CyT ambicioso: Promover la independencia en CyT para alcanzar mayores niveles de soberanía en esta actividad que permitirá dar al Perú y a la región mayor peso en las decisiones geopolíticas, y no más patio trasero de nadie.
- Promover capacidades locales en CyT, referidas a talento e infraestructura para lograr contener la fuga de talentos, así como alentar la repatriación de científicos peruanos en el exterior.
- Alentar un proceso local de implementación de infraestructura tecnológica de vanguardia y software libre.
- Apoyo CyT de resguardo a la propiedad intelectual y conocimiento de los pueblos andinos y amazónicos.
- Masificación de los centros de difusión y divulgación científica accesible a todos los peruanos: acceso libre a base de datos académicos desde todas las instituciones públicas y bibliotecas comunales en el país.