Reseña de los editores:
El ensayo «América Latina entre tres imperios» del profesor Osvaldo Coggiola* nos permite aproximarnos a la historia latinoamericana de los últimos siglos a partir de las influencias y marcas que han dejado la presencia militar, política y económica de las tres potencias que han ejercido dominación sobre el continente. El texto del profesor Coggiola es un llamado a no olvidar la geopolítica en el análisis de la política nacional de los países.
El ensayo repasa los procesos de independencia contra el imperio español desde inicios del siglo XIX. El profesor Coggiola nos recuerda que los tres principales focos en el proceso de independencias fueron México, Buenos Aires y Venezuela, estos focos influyeron en las otras regiones de diferente administración colonial como Chile, Perú en el sur y Venezuela, Nueva Granada, luego Panamá y Ecuador en el norte de Sudamérica. Asimismo, nos indica que una de las limitaciones fundamentales del proceso de independencia estuvo marcada por la extracción social (terratenientes y comerciantes) de la que venían los personajes politicos de las independencias, dado que no existía para entonces una clase burguesa revolucionaria proyectos como los de Bolívar fracasaron. El proceso independentista fue principalmente una iniciativa aristocrática de las elites económicas e intelectuales en el contexto de sociedades demográficamente mayoritarias de indoamericanos y esclavizados. La elite criolla, minoritaria demográficamente, vivía la exclusión en la administración de las colonias dado la desconfianza que la metrópoli tenía sobre estos. De este modo, la independencia que los criollos llevaron adelante solo fue posible porque previamente las rebeliones campesinas del siglo XVIII (como la de Tupac Amaru II) habían erosionado gravemente el poder colonial.
A la caída de la influencia española en Latinoamérica le va a seguir la influencia británica cuyo interés se ancló en los productos que podían obtener de los diversos países, así cada país fue especializándose en algunos productos específicos que demandaba la economía británica: café, lana, guano, azúcar, cacao, minerales, etc. Argentina, por ejemplo, desarrolló una dependencia profunda al imperio británico para la exportación de los productos alimentarios que producía este país sudamericano, así las clases dominantes argentinas, ubicadas principalmente en Buenos Aires, sostuvieron su poder en la renta agraria. El profesor Coggiola nos recuerda que en estos años la guerra de la Triple Alianza (Brasil, Argentina y Uruguay), contra Paraguay, por una parte, y la Guerra del Pacifico (entre Perú, Bolivia y Chile), por otra parte, significó la consolidación del conservadurismo y de la influencia británica que tomó partido en cada uno de estos conflictos.
Para fines del siglo XIX e inicios del XX la influencia británica en el continente fue progresivamente sustituida por Estados Unidos como principal inversor extranjero entre los países latinoamericanos. La aplicación de la doctrina Monroe, aprobada en 1823, para el continente justificó las intervenciones de Estados Unidos en la política interna de los países latinoamericanos apoyando a uno u otro sector que se alineaba con los intereses yanquis. Así, para 1898 intervino en Cuba y Puerto Rico que eran las ultimas colonias españolas en la región, estos sucesos, señala el profesor Coggiola, significaron el inicio del imperialismo estadounidense que conocemos hoy. Las huellas del imperialismo estadounidense desde estos años han sido marcantes: el control de Puerto Rico como una semicolonia, la división de Colombia y la formación de Panamá dado el interés yanqui en construir y controlar el canal interoceánico, etc.
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*Osvaldo Coggiola es doctor en Historia Comparada de las Sociedades Contemporáneas por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (1983). Actualmente es profesor titular en la Universidad de São Paulo en el área de Historia Contemporánea. Trabaja principalmente en los siguientes temas: marxismo, América Latina, movimiento obrero, capitalismo y socialismo.